Traducción de Helena Talaya–Manso y Aymará Boggiano
Hoy, celebramos las artes mecánicas. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Houston y el Departamento de Estudios Hispanicos presentan esta serie sobre las máquinas que mueven nuestra civilización, y las personas cuyo ingenio las creó.
Mucho se ha escrito sobre L’ Encyclopédie de Diderot y d’Alembert. Es un trabajo monumental compuesto por artículos de los principales pensadores de la Ilustración; entre otras cosas allí se honra lo que hoy llamamos ingeniería.
L’ Encyclopédie abre con un Discurso Preliminar de d’Alembert, que frecuentemente se señala como un expresión de la ideas de la Ilustración y que marcó el tono para los artículos que le sucedieron.
En un punto, d’Alembert admite una realidad inquietante: que la sociedad contempla las artes liberales como superiores frente a las artes mecánicas: Literatura, Música, Lenguas y Filosofía Éstas eran las artes liberales que se esperaba fueran de las clases altas adineradas, y no aptas para las clases bajas. Frente a ellas se yuxtaponen la albañilería, la sastrería, la herrería, la relojería y otras artes mecánicas ejercidas por las clases bajas.
De acuerdo con los ideales de la Ilustración, d’Alembert vio esta superioridad percibida como algo “injusto” y “absurdo” a la vez. Pero como miembro perteneciente a la clase ilustrada— y bien versado en las artes liberales—, sus argumentos a veces muestran ciertos prejuicios.
Por ejemplo, en su defensa de las artes mecánicas d’Alembert escribe: “...debido a su mayor exigencia intelectual, la ventaja que las artes liberales tienen sobre las mecánicas,... no se equilibra con la evidentemente superior utilidad de éstas [las artes mecánicas].” Parece como si d’Alembert pensara que las artes mecánicas eran superiores porque eran útiles, y no porque requerían gran capacidad intelectual. Algo con lo que no estoy de acuerdo.
Aunque en su defensa hay que decir que d’Alembert reconoció la habilidad que requiere el ejercicio de las artes mecánicas y lamenta cómo la historia ignoró a los inteligentes hombres y mujeres que se ocuparon de ellas.
“El desprecio que existe por las artes mecánicas parece haber afectado... incluso a sus inventores”, escribe d’Alembert “Los nombres de esos benefactores de la humanidad son casi todos desconocidos, mientras que la historia de sus…conquistadores, es conocida por todos... Admito que muchas de las artes [mecánicas] han sido inventadas poco a poco y que requirió bastante tiempo por ejemplo, llevar el funcionamiento de los relojes a la precisión que tienen hoy en día, pero ¿no es ésta la misma verdad de las ciencias?” D’Alembert hace una buena pregunta: Si podemos recordar a científicos famosos ¿por qué no recordamos a ingenieros famosos? Y continúa:
“Es más,...hay algunas máquinas [cuya] invención se debe casi por necesidad a un solo hombre ¿No merece ese genio cuyo nombre está envuelto en el velo del olvido, ser colocado a la altura del reducido círculo de mentes creativas que nos han abierto el camino de las ciencias?
Aquí, en Invenciones de la Inventiva deberíamos responder con un rotundo “si”.
Les habló Aymará Boggiano en otro episodio de Las Invenciones de la Inventiva, de John Lienhard en la Universidad de Houston, donde nos interesa el proceso de la mente inventiva.
Para episodios relacionados vea, DIDEROT'S ENCYCLOPEDIA y JEAN LE ROND D’ALEMBERT.
Una traducción en linea de L’Encyclopédie la puede hallar en http://quod.lib.umich.edu/d/did. Accedido el 30 de junio de 2009.
L’ Encyclopédie contiene gran cantidad de ilustraciones sobre las artes mecánicas, las que aparecen en este artículo han sido tomadas de las siguientes páginas web:
http://homepages.ihug.com.au/~dispater/blacksmithgallery.htm
http://www.bookbinding.co.uk/Tradition.htm
Referencias de la Traducción:
Se puede leer información sobre l’Encyclopédie en los siguientes sitios web:
Wikipedia: Jean le Rond d'Alembert
Wikipedia: L'Encyclopédie